jueves, 27 de marzo de 2008

Los Liceres

La leyenda va más o menos así:
En antigua Villa de Tuztla, llegó un importante personaje español, en aquellos años la población en su mayoría de origen Olmeca, les hizo un gran recibimiento, fiesta y comida, Xinagambasca lider entonces de la Villa, les recibió y antendió. Mientras degustaban y celebraban, de repente de entre la selva se les apareció un lince, que asustó a los presentes, quienes corrieron a refugiarse. Xogoyo, hijo de Xinagambasca y en cuyo honor, el barrio donde creció este que les escribe, lleva su nombre, daga en mano fué tras el. Se perdió en los matorrales, pasado un rato, Xogoyo regresa a la Villa con la piel del lince sobre de él, y correteando a los niños, jugando. Los niños le "echaban" carrera y este los perseguía. La fiesta prosiguió en medio de la algarabía del pueblo.
Desde entonces mi pueblo celebra ese acontecimiento, en el mes de junio. Ahora se llaman Líceres y es regla general, "ponerse el cuero" en honor a Xogoyo, el cuero ahora consiste en una especie de overól multicolor hecho de tela muy liviana. Los Líceres ahora corretean a los niños, con una mano llena de tizne de leña, les manchan la cara, los cargan y les dan vuelta, el pueblo se transforma en una especie de rio multicolor, los Líceres se junta en "pandillas", hay lugares especializados que rentan los trajes, el cuero debe ir acompañado del "moco" que es una especie de máscara que recuerda mucho a la del temible KKK. Los Líceres emiten un ruido muy característico, que si lo quiero onomatopeyizar (valga el verbo) sería "ahhhh, muuuu!" y danzan de una manera muy peculiar, es justo decir, que también llevan un fuete o rama, a los niños los cargan y pintan de la cara a los jóvenes de la misma edad o si es algún personaje conocido de mi pueblo, no es el mismo trato, para eso es el fuete, lo tunden a fuetazos, las mujeres no son excepción, también sufren los golpes y es por extraño que parezca, en algunas ocasiones, motivo de orgullo mostrar las huellas de los Líceres, yo se que esto suena bárbaro, de algún modo lo es, pero no creo que me haya divertido más, que en los días de junio, esperando con ansias los días de Líceres, para echarles carrera y después para ponerme el cuero. Los jovenes casi siempre entre 14 y 20 años son los que comúnmente se ponen el "cuero", al llevar el "moco" puesto, se conservan en el anonimato, y si se han cometido abusos, pero las autoridades impusieron un número a cada traje de lícere, donde los rentan y su riguroso registro, así ahora los Líceres andan con un número. Aquí les dejo un vídeo de lo que les cuento

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