El pasado 8 de abril se cumplieron 15 años del trágico fin de uno de los ultimos rockeros autenticos. Kurt Cobain. En realidad, murió sobre el 5 de abril tras dispararse un tiro en la cabeza con una escopeta cuando se hallaba en el invernadero de su casa. Allí se encontró la siguiente carta.
Para Boddah:
Hablando como el simplón experimentado que obviamente preferiría ser un castrado, queja infantil. Esta nota debería ser muy fácil de entender.
Todas las advertencias que me enseñaron en los cursos de Punk-Rock 101 a lo largo de los años, desde mi primer contacto con la -digamos- ética implicada en la independencia y la vinculación con mi entorno, han demostrado ser muy ciertas. Desde hace ya muchos años, no he sentido la emoción de escuchar ni crear música, ni tampoco leyendo o escribiendo. Mas allá de la palabras sobre este tema, me siento culpable.
Por ejemplo, cuando estamos entre bastidores y se apagan las luces y el maníaco rugido de las multitudes comienza a escucharse, no me afecta de la forma en que afectaba a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle y saborear que el público le amase y adorase (lo cual admiro y envidio totalmente). El hecho es que no los puedo engañar, a ninguno de ustedes. Simplemente no es justo ni para ustedes ni para mí. El peor crimen que puedo imaginar seria engañar a la gente simulándolo y fingiendo que me estoy divirtiendo al cien por cien. A veces siento como si debiera haber marcado en el reloj de fichar antes de salir del escenario. He intentado todo lo que estaba en mi mano para valorarlo (y sigo intentándolo, Señor, créeme que lo hago, pero no es suficiente). Aprecio el hecho de que hayamos influenciado y entretenido a mucha gente. Debo ser uno de esos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han pasado. Soy demasiado sensible. Necesito estar un poco colocado para recuperar el entusiasmo que una vez tuve cuando era un niño.
En estas tres últimas giras, he apreciado mucho más a toda la gente a la que he conocido personalmente, y como admiradores de nuestra música, pero aun no puedo superar la frustración, la culpa y la empatia que siento hacia todos ellos. Hay bondad en todos nosotros, y creo que simplemente amo demasiado a la gente, tanto que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico Piscis un poco triste, sensible, desagradecido. ¡Dios mio! ¿Por qué simplemente no lo disfrutas? ¡No lo sé!
Tengo una mujer divina que exuda ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a como yo fui: llena de amor y de alegría, que besa a todo al que conoce porque para ella todo el mundo es bueno y no le harán daño. Y eso me aterroriza hasta el punto de que prácticamente me paraliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en el miserable, autodestructivo y siniestro rockero en que me he convertido yo.
Me va bien, muy bien, y estoy agradecido, pero desde los siete años odio a la gente en general… Sólo porque a la gente parece resultarle fácil arreglarselas para sentir empatia. Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente, supongo.
Gracias a todos desde lo más profundo de mi ardiente y nauseabundo estómago por sus cartas y su interés durante los últimos años. Soy una criatura demasiado voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión y, según recuerdo, es mejor quemarse que desvanecerse lentamente.
Paz, amor y comprensión.
Kurt Cobain
Frances y Courtney, estaré en su altar.
Por favor, Courtney, sigue adelante.
Por Frances.
Por su vida, la cual será mucho más feliz sin mí.
¡Los quiero! ¡Los quiero!
Algunos han cuestionado que sea una nota de suicidio, pues en cierto modo aparenta ser no mas que una carta de despedida para anunciar a sus seguidores el abandono de su carrera. Ademas, las notas finales dedicadas a Courtney y Frances parecen estar escritas con una letra distinta a la del resto de la carta: hay quien cree que fue Courtney Love quien agrego esas lineas.
Dicen que en el invernadero había ademas una segunda nota que Courtney Love quemo sin enseñársela a nadie.
Via: Inner El Pendejo
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